domingo, 12 de agosto de 2007

Las edades del hombre




Os reproduzco a continuación algunos párrafos contenidos en Los trabajos y los días, de Hesiodo. Antes de transcribirlos quiero subrayar el dato de que estas frases fueron escritas, apróximadamente, en el año 700 A.C., es decir, hace casi veintisiete siglos:

Zeus destruirá también esta cuarta raza de hombres mortales cuando al nacer resulten encanecidos. El padre no será semejante a los hijos, ni los hijos al padre, el huésped no será grato al que da la hospitalidad, ni el compañero al compañero, ni el hermano al hermano, como antes.

Despreciarán a los padres tan pronto como lleguen a la vejez; los censurarán hablándoles con duras palabras, faltos de entrañas, desconocedores del temor de los dioses; no podrán dar el alimento debido a los padres que envejecen, y aquéllos, para quienes la fuerza es justicia, uno ejercerá el pillaje sobre la ciudad del otro; no habrá consideración del que es fiel al juramento, no del justo ni del bueno; estimarán más al malhechor; la violencia y la justicia estarán en las manos; no habrá respeto; el malvado dañará al hombre bueno increpándole con palabras de franqueza y jurará un juramento.

La destructora envidia de mirada siniestra, que se alegra del mal ajeno, seguirá a todos los hombres malvados.

Entonces hacia el Olimpo desde la ancha tierra, cubriendo su suave piel con blancos vestidos, se dirigirán Aidós y Némesis, en medio de la multitud de los inmortales, tras abandonar a los hombres; sólo penosos dolores quedarán para los mortales; no habrá remedio para el mal.

El texto es un fragmento del relato de las Edades del Hombre, en el que Hesiodo expone las distintas etapas de la vida de la humanidad. Parte de una edad de oro en los hombres eran excelentes, semejantes a los dioses, y vivían en armonía. Luego expone la progresiva degradación de la estirpe de los hombres, la extinción de la raza áurea y su sucesiva sustitución por las razas de plata, bronce y hierro. Por último, llega a la quinta raza, la más degenerada de todas, que será el último avatar de la especie humana.

Creo que a muchos de nosotros nos resultan familiares algunas de las expresiones contenidas en el texto. Las hemos escuchado en infinidad de ocasiones, e incluso utilizado más de una vez, para referirnos a la juventud actual, a las generaciones que vienen detrás de la nuestra. Por eso resulta llamativo verlas recogidas en un escrito tan antiguo.

Habrá quien considere a Hesiodo un visionario con dones adivinatorios, una mente preclara capaz de preveer el futuro de nuestra civilización, su degradación y su decadencia en el siglo XXI.

Otro enfoque posible es el del eterno retorno. Hesiodo dibujó así la quinta raza, porque esa descomposición se había producido o se estaba produciendo ya en su entorno. La historia es cíclica y aquí y ahora nos toca ya repetir lo que el poeta detectaba en la Grecia de su tiempo.

Cabría pensar, por último, que todas las generaciones de hombres tienden a ver a sus sucesores como seres bárbaros, incivilizados e ineptos, que van a conducir el mundo al desastre. Tal vez, esta percepción de las cosas es algo inherente a la naturaleza humana. Tal vez, se oculta tras ella un deseo inconsciente e inevitable de que nada sobreviva a nuestra propia muerte.

2 comentarios:

EL MANCO dijo...

Hola

Yo me inclino por la última reflexión.

La confrontación generación nueva v.s. generación vieja, yo creo que es tan antigua como el hombre.

Uno en su juventud está lleno de inquietudes, de dudas, que poco a poco con el paso de los años despeja, no por que las tenga claras probablemente, sino porque tiene que aferrarse a algo.

De esta forma la generación ya madura, tiene una serie de pilares básicos. La cabeza ya se ha estructurado. Viene una generación nueva con otra forma de ver el mundo y la vieja no lo acepta.

Esto no quiere decir que sea relativista al 100%, que no se pueda juzgar si una nueva constumbre es "buena" o "mala", pero sea como sea, el choque de generaciones es inevitable.

Por cierto, seguro que ha habido momentos de la historia donde las palabras de Hesiodo, se adaptan mucho más. Si ahora rige la ley del más fuerte, ¿qué regía hace 2,3,4,5, siglos?

Saludos.

Javier dijo...

Hesiodo se refería, en concreto, a su vecino del primero.

Saludos