sábado, 16 de junio de 2007

Belleza deshidratada


Dijeron de ella que era el animal más bello del mundo. Incluso hoy en día, cuando ya nos ha dejado, y tenemos que conformarnos con disfrutar de su hermosura a través de viejas películas de los años cuarenta, cincuenta, y sesenta, sería complicado negar que es una de las mujeres más atractivas que jamás hayamos visto. Pocas actrices actuales resistirían la comparación con aquel fenómeno de la naturaleza que era Ava Gardner. En mi opinión, son dos las claves de la eternidad de su encanto: por un lado, su cuerpo rotundo y superfemenino, que, ajeno a las modas pasajeras, responde al arquetipo de hembra reproductiva que todos los hombres tenemos grabado en el subconsciente; por otro, su personalidad magnética, que resulta cálida y desdeñosa al mismo tiempo, y que trasluce ingenio, independencia, y fuerza.

Quiero ahora presentaros un curioso experimento químico, que trata de poner a prueba mi hipótesis sobre el atractivo de Ava. Fue realizado en los laboratorios de la Facultad de Química de la Universidad de Santiago. A continuación, os transcribo un extracto de las notas de dicho experimento:

“Sometemos a la señorita Gardner a un proceso de deshidratación, utilizando un método semejante al que se usa para los alcoholes. Sumergimos el objeto analizado en ácido sulfúrico, y, a continuación, procedemos a aplicarle calor. Todavía debemos de esperar unos minutos, antes de que se produzcan las primeras reacciones. Observamos como, poco a poco, la señorita Gardner se va separando en dos elementos. A la media hora, éstos están totalmente diferenciados. Retiramos la probeta de la fuente de calor y extraemos los objetos resultantes. Se trata de dos nuevas mujeres. Estudiadas sus propiedades, concluimos que la primera de ellas está compuesta de feminidad pura. Decidimos bautizarla como Marilyn Monroe. La segunda, en cambio, esta hecha de un cien por cien de personalidad. La vamos a llamar Lauren Bacall. Una vez se han enfriado, introducimos a la Monroe y a la Bacall en recipientes separados, bañándolas de nuevo con ácido sulfúrico. Iniciamos el mismo proceso de calentamiento al que sometimos a la Gardner. A la media hora, las mujeres objeto de análisis se han desintegrado totalmente, aunque en ambas probetas han quedado unos residuos idénticos. En los dos casos, se trata de un conjunto de huesos que recuerdan vagamente a una mujer, en la que las propiedades de la feminidad y la personalidad se han evaporado totalmente. A ese memento mori resultante de deshidratar la belleza, le daremos el nombre de Audrey Hepburn.”

4 comentarios:

Dark Historian dijo...

Sin duda me quedo con la fila inferior. Creo que nunca he sido un mitómano al uso así que la primera fila no me impresiona en absoluto...

Xena dijo...

¿Queréis conocer a la Ava del panorama actual?. Vale, no es tan completa, pero el físico muy difícil de superar.

http://farm1.static.flickr.com/134/338714028_da5ba0d435.jpg

Javier dijo...

Ah, la Bellucci; convengo en que su físico no tiene parangón. De las cuatro del post, yo sólo tengo devoción por Ava y por la Bacall, en especial por esta última.
Por cierto, que la desnutrida de Audrey es hoy en día un mito muy muy al uso.

llorsport dijo...

Ava era un cañón.