domingo, 10 de junio de 2007

Dogma 95 (I)

¿Qué es Dogma 95?.

Consultemos la wikipedia...

Dogma 95 (en danés Dogme 95) es un movimiento fílmico desarrollado en 1995 por los directores daneses Lars von Trier, Thomas Vinterberg, Kristian Levring y Soren Kragh-Jacobsen. Su meta es producir películas simples, sin modificaciones en la post-producción, poniendo énfasis en el desarrollo dramático.

Más allá de la simple provocación de denominar voto de castidad a una serie de normas puestas sobre el papel que se pueden consultar (de nuevo) en la wikipedia por lo que no reproduciré aquí el movimiento Dogma 95 es un intento de reorientar el cine.

No es ningún secreto que gran parte de los creadores actuales de cine carecen de ideas. Las segundas, terceras cuartas o n-ésimas partes, los remakes o las actualizaciones, más o menos afortunadas, inundan regularmente las carteleras. Incluso en el cine de género se empieza a echar mano a veces desafortunadamente de obras maestras del tebeo.

Hoy en día, muchos conciben el cine como un espectáculo circense en el que multitud de efectos especiales inundan la pantalla para dar una mayor importancia al contenido que al continente. En otras ocasiones presuponen que una cara bonita o conocida basta para contentar al espectador. Hay también buenos artesanos que producen unas sentimentales y empalagosas historias con las que el espectador no puede dejar de enternecerse si no carece de sangre en las venas. Técnicamente impecables pero visualmente pobres.

Existen sin embargo creadores de cine intentan ir más allá. No se trata de una mera cuestión de si personalmente a tal o cual director se le ha subido la fama a la cabeza. Los miembros de Dogma 95 hacen un llamamiento para experimentar con el cine. Es más, al contrario de lo que algunos piensan, y cito textualmente el manifiesto:¡Además, juro que como director me abstendré de todo gusto personal! Ya no soy un artista.. Seguiré pensando, a pesar de todo que Dogma 95 es aire fresco en el panorame cinematrográfico actual. Con sus defectos y sus virtudes pero notablemente diferente y diferenciado del cine convencional actual.

Es más, me parece un grito contra ese movimiento reaccionario que concibe el cine como una técnica artificial carente completamente de imaginación y que simplemente es una herramienta para transcribir a imágenes y sonido un guión como si se tratara de una obra de teatro. Puede que guste, puede que no, pero el cine Dogma 95 provoca al espectador. Es más, muchas de las películas comerciales actuales comienzan a utilizar elementos experimentados en Dogma 95.

Estoy de acuerdo que algunos directores se han endiosado en cierto modo con estos experimentos, Lars Von Trie incluido. Pero no es menos cierto que algo parecido sucedió hace ya tiempo con otro movimiento llamado Novelle Vague de lo cual parece que se olvidan esos que ahora critican a Dogma, esos mismos mismos que llenan su boca con nombres como Jean Luc Goddard... ¿Quién no ha visto por ejemplo La chinoise y ha salido dicendo que era una burla...?. Pero aquí y ahora se considera a la Novelle Vague como uno de esos movimientos que intentó renovar el cine y que contribuyó al cine tal y como lo conocemos ahora.

Dogma no es perfecto. Es más, muchas de las películas marcadas con el sello Dogma incumplen muchas de sus propias reglas. Pero, como dirían en otra famosa película de aventuras, estas no son realmente unas reglas si no una serie de directrices. Y no olvidemos que, cuando la industria intentó apoderarse de certificado en un intento por vender más (tan malo no debía ser cuando el resto de mundo hacía películas según las reglas...) los propios impulsores tuvieron el coraje de acabar la pantomima.

Porque, no nos engañemos, el manifiesto Dogma no es más que una burla formal en si mismo. Es una llamada de atención: todo el mundo puede hacer cine. Ya no es necesario un presupuesto exorbitante para contar una historia. No son necesarios actores con un caché con tantos ceros que dan vértigo sólo pensarlo. Lo importante es el fondo del manifiesto y no el formalismo en si que es la capa en la que se suelen quedar su críticos.

Estoy convencido de que, con el tiempo, se considerará al movimiento Dogma como lo que es, un soplo de aire de fresco en un mundo anquilosado y reaccionario. Una bofetada a un cine actual que concibe las películas como productos de laboratorio sociológico, guiando y saturando al espectador y acabando completamente con su capacidad de crítica. Que nadie se engañe. Cuando Jean Luc Godard hizo Al final de la escapada, muchas voces susurraban aquello de ya no se hace cine como el de antes...
Enlaces de interés:
http://rcci.net/globalizacion/2000/fg121.htm
http://www.mundofree.com/cine_escandinavo/Dogme_95.html
http://es.wikipedia.org/wiki/Dogma_95
http://usuarios.lycos.es/DOGMA/
y, por supuesto no se puede dejar de consultar el enlace oficial:
http://www.dogme95.dk/
Buenas noches... y buena suerte...
El jefe de todo esto.

5 comentarios:

Javier dijo...

Estoy de acuerdo con el panorama pesisista que dibujas sobre la creatividad de los cineastas actuales. Sin embargo no creo que la alternativa sea un cine chapucero e improvisado. No seré yo quien defienda la Nueva Ola francesa. Puede que de aquel grupo saliera alguna cosa interesante; pero, en general, me parecen otra panda de cantamañanas.

Creo que todavía se hace cosas interesantes y novedosas fuera de Dogma. Waking Life (Richard Linklater), Ciudad de Dios, o 300. serían buenos ejemplos.

Aun me quedan cosas que decir, relacionadas con el tema del arte en general. No vemos luego.

Javier dijo...

En realidad, los experimentos estilo Dogma son análogos a los desarrollados en otros campos del Arte. El denominador común es afrontar un momento de agotamiento de las fórmulas de creación tradicionales a base de desestructurar el proceso artístico, prescindiendo de elementos o limitándose a insistir en algunos concretos. Así, por ejemplo, las distintas vanguardias pictóricas fueron eliminando sucesivamente la línea, el equilibiro en la composición, la luz, el color, la forma, la perspectiva... El resultado último de ese proceso es el que vemos en ART (la obra de teatro de Yasmina Reza): un lienzo en blanco. Es como si unos niños se pusieran a desmontar un juguete: descubren como funciona, pero al final del día, se han quedado sin juguete.

Así pues el arte experimental tiene como fin último matar el arte. Es Arte suicida. LVT es un asesino del cine; o quizás, como Judas un cooperador necesario en su muerte (que me corrija la imprecisión jurídica bobary, que es la letrada).

Tal vez sea descabellado, o tal vez, no; pero quizás las cosas no puedan suceder de otra manera. Quizás el Arte tradicional (pintura, escultura, cine) haya agotado sus caminos y lo mejor sea que ya no se hagan más cuadros, ni más estatuas, ni más películas. A lo mejor la creatividad humana debe de buscar otros vehículos de expresión. Al fin y al cabo, ¿iba a estar la pintura exenta de la inexorable influencia de las leyes de la termodinámica? Y ¿qué es un lienzo en blanco sino un sistema de entropía maxima?.

Dark Historian dijo...

No confundamos las churras con las merinas. Un poco de decoro. La entropía no tiene NADA que ver con el arte. Me encanta la facilidad con la que utilizando términos sacados de contexto se utilizan a la ligera para crear confusión. Y es más curioso que para ello se recurra a alguna clase de retorcido razonamiento al más puro estilo del que se está criticando.
Por favor, al César lo que es del César y la Física lo que es de la Física.

Javier dijo...

Veo que el uso metafórico del lenguaje no es bien recibido. Mis post no los elabora una máquina, así que no creo su estilo tenga nada que ver con el de LVT. Yo no sé mucho de física; pero dicen por ahí que la entropía tien, en realidad, que ver con todo.

Javier dijo...

FE DE ERRATAS:

Donde dice tien, léase tiene.